¿Tu perro tiene miedo a los ruidos fuertes?
El miedo es una respuesta adaptativa que tenemos todos los seres vivos con el fin de separarnos o protegernos de un estímulo nocivo o peligroso. Sin embargo, cuando la reacción de miedo es muy exagerada o desproporcionada al estímulo que la desencadena, no se habla de miedo, sino de fobia. Suelen ser miedos a tormentas, petardos, fuegos artificiales y otros ruidos fuertes y secos.
¿Por qué aparecen?
Socialización y habituación inapropiadas
Experiencias negativas o traumáticas
Predisposición genética
Aprendizaje
¿Cómo puedes ayudar a tu mascota en esas situaciones?
Crea una zona segura:
- Habilita una estancia lo más aislada posible del ruido (puede ser aquélla en la que el perro ya haya intentado refugiarse anteriormente lo que indica que allí se encuentra más cómodo)
- Este lugar debe estar siempre a su disposición, con su cama, comida y agua.
- Debe estar perfectamente aislada del ruido, bajando las persianas y poniendo música que “camufle” los ruidos de la calle
- Se debe guiar y animar al perro para que acuda a él cuando esté asustado
- Dos o tres veces al día, en la época en que no está presente el estímulo fóbico, podéis realizar en ese lugar actividades agradables para él, así el animal asociará dicho lugar con una situación muy positiva
La música étnica o con abundancia de percusión a un volumen moderado es la que mejor “camufla” el sonido de los petardos, truenos, etc.
Pon una prenda tuya en la cama o sobre el perro
Feromona apaciguadora canina: tanto en forma de difusor en la estancia (si puede ser varios días antes de la presentación del estímulo fobico), en spray sobre la prenda nuestra que le hemos colocado al animal o en collar
No refuerces la conducta de miedo: deber evitar tranquilizar o calmar al animal en esas situaciones para no reforzar el miedo. Hablar, acariciar o cogerlo en brazos suponen una recompensa de la conducta inapropiada; sin embargo, si el animal se recupera y está más confiado, le debes premiar efusivamente
Evita cualquier forma de castigo: ello provoca más ansiedad y puede agravar el problema
Técnicas de desensibilización: mediante la exposición repetida a un CD con ruidos específicos, uno de los más utilizados es Sounds Scary (www.soundtherapy4pets.com)
Evita en la medida de lo posible la exposición al estímulo
Terapia farmacológica: en algunos casos extremos llega a ser necesaria por el bien de tu mascota, pero será tu veterinario de confianza quien mejor te asesorará en cada caso